Campamento de Tercero


Dicen que el 13 es un número de muy mala suerte, pero los chicos de tercero demostraron que no. En su campamento fueron 13 comunidades dispuestas a convertirse en una sola comunidad llamada Tercero.

El campamento comenzo el día viernes 26 de febrero (que es el doble de trece), los chicos y chicas estaban dispuestos a vivir la experiencia de un campamento que dejó huella en sus corazones. Nuestros iniciados fueron los guías de sus mismos compañeros, tarea difícil pero no imposible.

Antes de ir a Rumibosque, sitio del campamento, los chicos de terceros por comunidades se iban reuniendo entre risas, conversaciones se acercaba la hora dirijirnos al campamento. En los buses todos conversando de su vida cotidiana, que se vería afectada por tres días de un campamento genial.

La noche del viernes fue diferente debido a la proyección de la película "Antes de partir" que trataba de la amistad; esto ayudó para la temática, para que ellos y ellas pudieran reflexionar en lo valioso de sus amigos, de sus compañeros.

El sábado de mañana los jefes de sexto curso se tuvieron que ausentar por cumplir con el juramento a la bandera. Después del juramento los jefes regresaron de inmediato, llamados por el espíritu de campamentos que simpre los acompañan.

Llegaron con alegría , justo cuando lo chicos descendian a la cascada. Una vez que todos bajaron, los chicos disfrutaron del agua, con mucha alegría y emoción. Al regreso parecía que les iba a llover pero como dijo el jefe de campamentos a uno de los asesores "Si la fe movió montañas porque no va a mover nubes", y así fue no lluvió para suerte de todos los integrantes del campamento.

La noche fue llena de calidez debido al fuego de campamentos que el grupo de materiales hizo con mucho cariño para  los chicos.

El domingo los chicos disfrutaron de una gymkana preparada por el grupo de materiales. Luego la paraliturgia los chicos se mostraron participativos dispuestos a sentir a Dios en el campamento. En el almuerzo todos participaron para preparar sus alimentos.

Regresamos al colegio después de tres días donde aprendimos a ser más amigos, más humanos y eso se demostró en los buses donde conversaron, jugaron, pero dipuestos a que esa amistad se más unificada.

Agradecimiento al grupo de materiales que fue muy variado y casi "nuevo", aun así lograron ser amigos y trabajos con y para los demás. A los asesores que siempre están dispuestos a "sacrificar" un fin de semana por estar en campamento. A los jefes que fueron más unidos y trabajaron en conjunto para el bienestar de los chicos.

Los chicos de terceros demostraron qu pueden ser más amigos con y para los demás, porque son como las estrellas aun que no esten allí, simpre lo están.

Mateo Garzón
Jefe de campamentos

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