El fuego de campamento


Uno de los momentos más gratos y recordados de los campamentos: tiempo de creatividad, de alegría, de buen humor, de chispa, de arte... Desde la tarde el grupo de materiales habrá buscado troncos, ramas, etc., para quemar. La pira la deben colocar de tal manera que no queme las copas de los árboles o palmeras si es que las hubiera en el sitio donde se va a encender el fuego. Hay varias técnicas para colocar los troncos a quemas. Es importante que no se coloque toda la leña desde el principio para que dure el fuego todo el tiempo. Aquí tiene mucha cabida la originalidad del grupo en la forma de prender el fuego y presentarlo.

Los jefes deben tener un programa alternando las actuaciones con cantos, bromas, etc.

Cuando los acampados han asistido varios años a campamentos, hay que ser más originales, evitar repeticiones de otros años, porque si no se aburren.

Es bonito que las copas de los árboles estén discretamente alumbradas con un reflector. Además de que es un bello espectáculo ver perderse el humo en las alturas, da una discreta luminosidad cuando la leña se va acabando.

Se comienza a oscuras cantando algunos de los cantos apropiados. A veces hacer caer la bola de fuego desde un árbol a través de un alambre... u otra forma ingeniosa de prender el fuego. Entonces rompen en un gran aplauso. Se canta el Anikuni... en medio de una gran alegría.

1. Se hace ver el sentido del fuego: del valor que ha tenido a través de los siglos... el fuego que Cristo ha venido a traer a la tierra... el quemarse por los demás...

2. Los jefes van indicando el orden de actuación, los diversos números, ingeniosidad en los aplausos y gritos colectivos, etc. cuando el acto dura más de hora y media se puede hacer pesado. El estar mucho rato sentados en el suelo es molesto.

Es importante insistir a los chicos que estén atentos y guarden silencio mientras los otros actúan. “Trata a los demás como te gusta que te traten a ti”.

Tienen un papel decisivo los que dirigen el fuego de campamento y que tengan un poquito de sicología de “masas”... Que con gracia y chispa sepan mantener la atención espontánea, sin estridencias. No es fácil manejar más de un centenar sentados en el suelo durante más de una hora. Por eso es importante que el interés por las presentaciones vaya “in crescendo” como en las orquestas. Para ello es necesario que los jefes, a ser posible, sepan la calidad de las presentaciones, aplausos, gritos... que a medida que se avanza sea más interesante.

Compartir

No hay comentarios:

Publicar un comentario